Cuando era
una niña solía soñar… quedarme toda la tarde encerrada en mi habitación,
observando mis ositos de felpa, abrazándolos, cerrando los ojos… poniéndome
maravillosos y pequeños vestidos de hadas, saltando y disfrutando dentro de
todos esos sueños. Leía muchos libros, de aquellas historias de los príncipes
azules, de malvadas y egocéntricas brujas malas.
Fantasías y sueños… busco en lo más
profundo de mi memoria y me encuentro con tantos malos y buenos recuerdos, que
a veces simplemente dejo de pensar.
Caigo en la maravillosa realidad.
Me doy
cuenta de lo difícil y hermosa que ha sido mi existencia, me veo ahí, de
pequeña preguntándome si alguna vez mi vida sería como un cuento de hadas, con
un maravilloso final con que soñar… la verdad es que nunca lo había sido.
Los cuentos
de hadas no existen.
En la vida real lo que uno realmente desea es imposible,
hay que luchar para conseguirlo, hay que dejar el alma y el cuerpo plasmados en
el suelo por ese sueño. Soñando con que la vida sea aún mejor en un tiempo…
aunque la vida tiene su maravilla.
El amor, es lo más maravilloso que ofrece la
vida, pues el amor es lo que da vida en sí. Amar a Michael me mantenía con
vida, hacia que mi corazón vibrara y quisiera explotar debido al sentimiento,
despertaba por el simple hecho de querer volver a ver sus hermosos ojos llenos
de ternura y belleza.
Caigo en mi maravilloso y turbulento presente… me veo
aquí, completamente mojada, empapada de sudor, sin la necesidad de soñar…
porque simplemente ya estaba soñando, ya me encontraba volando en los más
profundo del universo, anclada en el lugar más hermoso y profundo del océano, y
era este nivel de droga y alucinación que me había hecho pensar en mi pasado…
porque cuando Michael estaba conmigo todo era un cuento de hadas, podía
simplemente soñar despierta.
Este amor
era una locura, que iba a matarnos… Lo amaba, lo amaba con tanta intensidad y
entrega que estaba segura que ya no existía… me había derretido en su piel.
Nos
amábamos como dos niños, sin ningún miedo ni reproche, nos entregábamos en
cuerpo y alma, sin importar si moríamos o no.
Dios mío, no sabía dónde estaba,
no sabía dónde me encontraba, cerraba los ojos y me aferraba a su piel
mordiéndome los labios para no soltar un grito desesperado de pasión. Entregarme a él, disolver mi alma en el brillo
de su piel, estar ahí… unida a su cuerpo, eso era sencillamente lo mejor y más
maravilloso que me podía pasar en toda mi existencia.
Mierda… que enamorada estaba.
Su amor dolía y
quemaba. Su cuerpo temblaba… lo mire y me di cuenta que él ya no podía más.
Michael se había perdido en mi piel, estaba ahí, completamente mareado, sin
poder respirar, con sus rizos en su rostro, cerrando los ojos con fuerza
aferrándose a mi piel para no perderse en el universo… Irresistiblemente guapo.
Toque sus
labios y los bese, sin poder resistir a su fuerza de atracción, él parecía
desesperarse cuando lo tocaba, cuando lo besaba… parecía perderse y quererse
hundir en mi piel cuantas veces fuera posible… Santo Dios. Y ahora comprendía
porque muchos filósofos, describían al amor como una locura irremediable, un
sentimiento más allá de todo lo conocido por el hombre.
Sí, tal vez muchos
calificarían estos pensamientos como estúpidamente cursis o un simple texto
romántico... Pero lo cierto es que cuando te enamoras, cuando mueres y vuelves
a vivir por una persona, descubres el verdadero significado de todas esas
cosas. Ya no podía… Michael
sencillamente ya no podía, él había estado amándome desde hace horas… yo había
estado entregándome a él toda la mañana, disfrutando de los rayos del sol
reflejados en su piel.
Él abrió los
ojos, mirando hacia la ventana, tomando una bocanada de aire para poder
tranquilizarse… el aire de la mañana inundo la habitación y pude sentir un
hermoso escalofrió en toda mi espalda, lo mire… y una risa de cascabel salió de
mis labios, haciendo que él volteara a verme, con una sonrisa hermosa, cansada
y completamente enamorada. Se acerco a
mí y beso mi nariz, mientras cerraba los ojos debido al amor volando a través
de ese tierno besito… se arre costo junto a mí, mirándome… quería decirle
tantas cosas, pero no podía, basto con una pequeña caricia en su pecho desnudo.
– Tu corazón… está demasiado agitado. –
Dije, Tomo mi mano y la beso, cerrando los ojos para luego apoyar su hermosa
mejilla izquierda en la almohada soltando un maravilloso suspiro. – Duérmete,
mi amor… - acaricie sus rizos y bese su frente.
Me levante, me
sentía como una pluma… el cuerpo me temblaba, me sentía demasiado liviana,
podría haber caído suevamente en una nube en ese momento.
. . .
Ana: ¿¡Cómo que no saben!? Maldición, solo había una Molly Burtcherbeth
en todo el barco ¡No cientos!
- Lo
sé, pero realmente lo siento, hemos llamado a todos los encargados de aquel
viaje y curiosamente ¡ninguno sabe hacia dónde se fueron!
Fred: ¡Es que es imposible! ¿¡Qué clase
de incompetentes son ustedes!? Mi mujer lleva más de una noche sin rastro y lo
único que me dicen es que no saben ¡POR DIOS!
- Podemos llamar a la Policía, por eso no
hay ningún problema…
Fred: ¡NO! eso
no… no voy a ser objeto de burla, ni quiero que la gente se dé cuenta de lo
sucedido, ya para eso les di lo que querían ¿no es así?
Ana: ¡No sé porque nos complicamos en
buscar a estos ineptos, tienes mejores contactos tú!
Fred: Sí… tienes razón. ¡¡Largo que aquí!!
no quiero verles la cara más… - Se fueron -
¿Has hablado con Tom?
Ana: ¡No! No quiero que se
entere… es capaz se regresa de inmediato y me culpa a mi por todo, ni siquiera
se dio cuenta de lo que su hija había hecho.
Fred: - Se llevo ambas manos a la
cabeza - … es mejor mantenerlo en secreto por ahora.
Blanca: Disculpen, pero… tenemos
visita, es… el señor Ushban.
Ana:
Dile que… que pase.
– Ambos se pararon
inmediatamente, y recibieron al padre de Frederick -
Carlos:
Vine en cuanto recibí tu mensaje hijo, puedes explicarme ¿Qué rayos
pasa?
Fred: Necesito de tu ayuda,
deseo hablar contigo a solas…
Ana:
Deseo quedarme…
Fred: Esta bien… -
Miro a Blanca y ella se retiro -
Carlos: ¿Qué sucede?
Ana:
Molly se ha ido… con su amante.
Carlos: ¿Dónde está Tom? ¿Se ha enterado?
Fred: No… por ahora.
Carlos: - Llevo sus manos a sus bolsillos
y suspiro – Hace unos meses… sucedió algo que creo que ustedes no lo saben, fui
a la oficina de Tom. Molly estaba… Iba a entrar a su oficina con un tipo con
una chaqueta negra, llevaba guantes y un gorro fedora del mismo color… ellos
iban de la mano. De inmediato mi mente
planteo opciones pero simplemente las deseché. ¿Es posible que él sea el sujeto
del que hablamos?
Ana: es
él…
Fred: - Se paro – Espera…
eso quiere decir, eso quiere decir que…
Carlos: Sí… probablemente esos
dos fueron más astutos y le dijeron a Tom de su relación mucho antes que
alguien más se enterará…
Fred:
¡Maldita sea!
Ana: Eso… eso no es
posible Tom me lo hubiera…
Fred: No,
Ana… tú y yo sabemos que cuando se trata de Molly, Tom es capaz de cualquier
cosa por ella.
Fred: ¡Maldición!
Maldita la hora en que Molly conoció a ese tipo!! ¡Maldita sea!
Ana: Debemos hacer algo, debemos
apresurar todo… debemos…
Carlos:
Acabar con ese tipo…
Fred:
Necesitare de tu ayuda…
Carlos:
Sabes que la tienes… es más, tengo un mejor plan, que hará que todo se lleve a
cabo de una buena vez.
. . .
Pensé que no
podía estar así.
Sabía que mi padre llegaría a San Francisco en cuanto se
enterará que Michael y yo habíamos huido… no iba a permitir que mi madre lo
pusiera en mi contra, No… ahora no, no cuando más lo necesitaba apoyándome.
Dios sabe cuántas cosas tendría mi madre en mente, sepa Dios que es lo que
Frederick planearía hacer ahora que… que yo, había decidido rebelarme.
¿Estarían planeando la tercera guerra mundial? ¿Qué sucedería con mi padre
ahora que no estaría en casa? … Todo esto mientras me miraba en el espejo del
baño, peinando mi cabello, completamente despreocupada de lo que podría
ocurrir, en la grata y dulce compañía de lo más maravilloso y espectacular que
me pudo haber pasado en mis veintiún años de vida… Diablos, diablos, rayos… una
pequeña pulsación llego a mi cabeza y masajeé un poco mi cien. Me preocupaba demasiado al pensar en mi
padre, al pensar en su reacción al saber todo lo que había pasado y las
decisiones que había tomado. Salí del cuarto de baño y me coloqué una bata… Le
escribiría una carta, eso haría.
Si mi
padre se enteraba de esto mucho antes y de mi misma letra, supongo que su
preocupación disminuiría. Si, esperaba que así fuera… suspiré profundo mientras
buscaba una pluma, me acomodé en el tocador, frente al gigantesco espejo... me
miré, apoyando mi mano sobre mi mejilla… Siempre encontraba a una completa
asustada frente al espejo ¿Realmente era yo? Había cambiado, estaba… ¿más
blanca?... ¿mi cabello había mejorado?, la verdad es que siempre había visto un
color opaco en mí. Pero, ahora ya no… pareciera que la verdadera Molly hubiese
salido del cascarón… rayos, que… maravilloso cambio puede causar la felicidad
en una persona.
Sí, eso era… no pude haberlo dicho mejor. Y en ese preciso
instante mi maravillosa felicidad comenzó a moverse entre las sabanas, dejando
al descubierto sus maravillosas piernas… Santo Dios, apoye mi mejilla en el
respaldo de la silla, para poder observarlo mejor.
¿Esa maravillosa obra de
arte realmente estaba aquí?
¿Enserio era yo dueña de ese maravilloso ángel?
¿…
Era él, el amor de mi vida?
Me hice
todas esas preguntas porque sabía que no me lo merecía… estaba completamente
segura que debí haber hecho algo completamente bien para que Dios me
recompensara de esta manera.
Me mordí
los labios, mariposas, nervios…
Michael, Michael, Michael…
Suspire…
Él suspiro, sacando el aire por sus labios, sus rizos hermosos sobre la almohada, su piel morena y desnuda a mi vista, su
cintura, su cadera, sus piernas completamente tonificadas y suaves… sus labios
entre abiertos, sus muslos… simplemente él.
Solté una pequeña risita, mientras
mordía mis labios, contemplándolo ahí… me sentía completamente feliz. Quería
tenerlo ahí, para siempre, quería observarlo así, completamente desnudo en la cama…
si es que no decidía despertar y quitarme estas increíbles ganas de ser suya. Diablos, sentía un increíble escalofrió en mi
espalda… maravilloso e increíble amor.
Estaba enamorada hasta la medula… desde
los huesos, con todo y músculos, traspasando mis venas. Miré el papel… sabía
exactamente lo que le diría a mi padre,
también sabía que él comprendería y me apoyaría hasta el final.
Hola.
Sé que
te sorprenderás mucho al recibir esta carta, pues no suelo escribirte cuando
estas de viaje, pero creo que esta situación lo amerita. Son muchas cosas las
que han sucedido desde que te fuiste y
te diré que ya nada es igual… detesto tanto esta situación, solo recuerdo tus
palabras aquella noche en que te conté todo. Frederick y mi madre se enteraron
de todo, fui yo… abrí la boca en una pelea que tuve con Fred… su reacción fue
de un completo diablo, casi me da un infarto y no quiero mencionar la reacción
de mi madre, pues ahora estoy completamente segura que me detesta más de lo que
alguna vez lo hiso. Quisieron separarme de él… Tú sabes que no estaría
dispuesta a una cosa así, dependo tanto de él, como dependo de ti… pero
Frederick me amenazo, me dijo cosas tan horribles que ni siquiera quiero
mencionarte, ni siquiera quiero recordar… decidí irme y estuve a punto de tomar
un buque hacía Inglaterra.
No pude hacerlo… no pude alejarme de él, él es
simplemente el amor de mi vida, no puedo ni siquiera describir esta clase de
amor que más bien me sabe a una completa y hermosa locura. Él tampoco podía
dejarme ir… fue todo tan rápido y atrevido que aquí estoy… quien sabe a cuantos
kilómetros lejos de casa. Sí, estoy con él, y así nos quedaremos, juntos, pues
no podemos vivir ni respirar estando lejos. La verdad es que estoy muy
asustada, no sé que pasara hoy, no sé si estaré bien para mañana pues la
situación ha dado un giro de trescientos sesenta y seis grados… tal vez ahora
Frederick quiera matarme o peor aún, lastimar a alguien que amo. Y no pienso
permitirlo… disculpa que te des cuenta en estas circunstancias, pero no podía
comunicarme de otra manera, estaré en comunicación contigo, Frederick y mi
madre no tienen idea de que te has enterado, tengo mis motivos para
comunicártelo de esta manera, planeo dejar a cargo a Jeremy Lewis de todo mi
cargo en la empresa, te enviaré el papeleo en unas semanas, no planeo dejarte,
jamás, pues eres tú lo único que me ata a aquella felicidad que deseo con toda
mi alma, esa felicidad entre tú y yo, que espero volver a sentir… Espero
disfrutes de tu estadía en Francia, quédate tranquilo, pues puedes estar seguro
que estoy en muy buenas manos… Espero también estés orgulloso de mí, pues tu
pequeña niña dejo de obedecer a sus autoridades y ahora obedece lo que su
corazón ordena.
Michael y yo planeamos hacer lo que sea, para estar lo más
lejos posible de San Francisco, no planeamos regresar, estamos listos para
afrontar las consecuencias de estar juntos. Sé que comprenderás y no sabes
cuánto te agradezco.
Te avisare si las cosas llegarán a cambiar, Te amo con
todo mi corazón y te deseo suerte.
Kity
Bien… ahí
estaba, lista para enviarse.
Observe letra por letra y los ojos se me llenaron
de lagrimas… era mi padre una de las personas más importantes en toda mi vida,
sin él… me sentiría perdida, sin control. Leer esta carta y mirar atrás, todas
las cosas perdidas y aquellas ganadas en
mi vida… más perdidas que ganadas, todas esas pérdidas, podrían haberme traído
esta hermosa y maravillosa recompensa que estaba viviendo ahora. Nada es gratis
por supuesto.
Pero… ¿Por qué no manipular un poco al destino?
El teléfono
comenzó a sonar.
Rayos...
No quería que el sonido despertara a Michael, no quería
contestar…
¿Y si con esa llamada daban con nosotros?
¿Y si era alguien,
incorrecto?
Dios mío… Levanté el teléfono y tragué saliva, bien… tenía que
hacerlo, debía contestar, suspiré profundo…
- ¿Hola? – No respondió nadie,
imagine que no reconocieron mi voz, seguramente esperaban una hermosa voz
masculina con estilo Británico, en vez de la voz de una niña de quince años
atrapada en el cuerpo de una mujer de veintiuno.
– Hola…? Se, se encuentra Michael? –
Mujer, era la voz de una mujer, un hermoso timbre de voz parecido al de una
maravillosa cantante de Blues.
Mujer… cielos, sentí un nudo en mi garganta.
Estos eran celos… o un ataque de pánico?
- ¿Quién le habla?
-
Janet… su hermana Janet. Disculpa ¿Quién
eres tú?
Genial, Maravilloso…
Maldita sea.
Soy Molly Burtcherbert y estoy enamorada hasta los huesos de tu
hermano ¿Puedes hablar un poco más tarde? Resulta que tu bellísimo hermano,
está dormido completamente desnudo en la cama y no quiero despertarlo pues se
ve completamente hermoso así, fue un placer hablar contigo, Adiós.
Bien, enserio quise decir eso…