y te encontre, y me di cuenta que eras tu la unica pieza que me faltaba...

5.3.13

Capitulo 38. Brown skin♥





Cuando era una niña solía soñar… quedarme toda la tarde encerrada en mi habitación, observando mis ositos de felpa, abrazándolos, cerrando los ojos… poniéndome maravillosos y pequeños vestidos de hadas, saltando y disfrutando dentro de todos esos sueños. Leía muchos libros, de aquellas historias de los príncipes azules, de malvadas y egocéntricas brujas malas.    

Fantasías y sueños… busco en lo más profundo de mi memoria y me encuentro con tantos malos y buenos recuerdos, que a veces simplemente dejo de pensar. 
Caigo en la maravillosa realidad. 

Me doy cuenta de lo difícil y hermosa que ha sido mi existencia, me veo ahí, de pequeña preguntándome si alguna vez mi vida sería como un cuento de hadas, con un maravilloso final con que soñar… la verdad es que nunca lo había sido.

Los cuentos de hadas no existen. 

En la vida real lo que uno realmente desea es imposible, hay que luchar para conseguirlo, hay que dejar el alma y el cuerpo plasmados en el suelo por ese sueño. Soñando con que la vida sea aún mejor en un tiempo… aunque la vida tiene su maravilla. 
El amor, es lo más maravilloso que ofrece la vida, pues el amor es lo que da vida en sí. Amar a Michael me mantenía con vida, hacia que mi corazón vibrara y quisiera explotar debido al sentimiento, despertaba por el simple hecho de querer volver a ver sus hermosos ojos llenos de ternura y belleza. 

Caigo en mi maravilloso y turbulento presente… me veo aquí, completamente mojada, empapada de sudor, sin la necesidad de soñar… porque simplemente ya estaba soñando, ya me encontraba volando en los más profundo del universo, anclada en el lugar más hermoso y profundo del océano, y era este nivel de droga y alucinación que me había hecho pensar en mi pasado… porque cuando Michael estaba conmigo todo era un cuento de hadas, podía simplemente soñar despierta.  

Este amor era una locura, que iba a matarnos… Lo amaba, lo amaba con tanta intensidad y entrega que estaba segura que ya no existía… me había derretido en su piel. 
Nos amábamos como dos niños, sin ningún miedo ni reproche, nos entregábamos en cuerpo y alma, sin importar si moríamos o no. 

Dios mío, no sabía dónde estaba, no sabía dónde me encontraba, cerraba los ojos y me aferraba a su piel mordiéndome los labios para no soltar un grito desesperado de pasión.  Entregarme a él, disolver mi alma en el brillo de su piel, estar ahí… unida a su cuerpo, eso era sencillamente lo mejor y más maravilloso que me podía pasar en toda mi existencia.  

Mierda… que enamorada estaba. 

Su amor dolía y quemaba. Su cuerpo temblaba… lo mire y me di cuenta que él ya no podía más. Michael se había perdido en mi piel, estaba ahí, completamente mareado, sin poder respirar, con sus rizos en su rostro, cerrando los ojos con fuerza aferrándose a mi piel para no perderse en el universo… Irresistiblemente guapo.

Toque sus labios y los bese, sin poder resistir a su fuerza de atracción, él parecía desesperarse cuando lo tocaba, cuando lo besaba… parecía perderse y quererse hundir en mi piel cuantas veces fuera posible… Santo Dios. Y ahora comprendía porque muchos filósofos, describían al amor como una locura irremediable, un sentimiento más allá de todo lo conocido por el hombre. 

Sí, tal vez muchos calificarían estos pensamientos como estúpidamente cursis o un simple texto romántico... Pero lo cierto es que cuando te enamoras, cuando mueres y vuelves a vivir por una persona, descubres el verdadero significado de todas esas cosas.  Ya no podía… Michael sencillamente ya no podía, él había estado amándome desde hace horas… yo había estado entregándome a él toda la mañana, disfrutando de los rayos del sol reflejados en su piel.

Él abrió los ojos, mirando hacia la ventana, tomando una bocanada de aire para poder tranquilizarse… el aire de la mañana inundo la habitación y pude sentir un hermoso escalofrió en toda mi espalda, lo mire… y una risa de cascabel salió de mis labios, haciendo que él volteara a verme, con una sonrisa hermosa, cansada y completamente enamorada.    Se acerco a mí y beso mi nariz, mientras cerraba los ojos debido al amor volando a través de ese tierno besito… se arre costo junto a mí, mirándome… quería decirle tantas cosas, pero no podía, basto con una pequeña caricia en su pecho desnudo.


 – Tu corazón… está demasiado agitado. – Dije, Tomo mi mano y la beso, cerrando los ojos para luego apoyar su hermosa mejilla izquierda en la almohada soltando un maravilloso suspiro. – Duérmete, mi amor… - acaricie sus rizos y bese su frente.                               

Me levante, me sentía como una pluma… el cuerpo me temblaba, me sentía demasiado liviana, podría haber caído suevamente en una nube en ese momento.        


                                                             . . .     




Ana: ¿¡Cómo que no saben!? Maldición, solo había una Molly Burtcherbeth en todo el barco ¡No cientos!     

- Lo sé, pero realmente lo siento, hemos llamado a todos los encargados de aquel viaje y curiosamente ¡ninguno sabe hacia dónde se fueron!      

Fred: ¡Es que es imposible! ¿¡Qué clase de incompetentes son ustedes!? Mi mujer lleva más de una noche sin rastro y lo único que me dicen es que no saben ¡POR DIOS!      

- Podemos llamar a la Policía, por eso no hay ningún problema…     

Fred: ¡NO! eso no… no voy a ser objeto de burla, ni quiero que la gente se dé cuenta de lo sucedido, ya para eso les di lo que querían ¿no es así?       

Ana: ¡No sé porque nos complicamos en buscar a estos ineptos, tienes mejores contactos tú!     

Fred: Sí… tienes razón. ¡¡Largo que aquí!! no quiero verles la cara más… - Se fueron -  
¿Has hablado con Tom?           

Ana: ¡No!  No quiero que se entere… es capaz se regresa de inmediato y me culpa a mi por todo, ni siquiera se dio cuenta de lo que su hija había hecho.          

Fred: - Se llevo ambas manos a la cabeza - … es mejor mantenerlo en secreto por ahora.           

Blanca: Disculpen, pero… tenemos visita, es… el señor Ushban.        

Ana: Dile que… que pase.  
– Ambos se pararon inmediatamente, y recibieron al padre de Frederick -            

Carlos:  Vine en cuanto recibí tu mensaje hijo, puedes explicarme ¿Qué rayos pasa?      

Fred: Necesito de tu ayuda, deseo hablar contigo a solas…      

Ana: Deseo quedarme…      

Fred: Esta bien… - Miro a Blanca y ella se retiro -        

Carlos: ¿Qué sucede?        

Ana: Molly se ha ido… con su amante.       

Carlos: ¿Dónde está Tom? ¿Se ha enterado?          

Fred: No… por ahora.     

Carlos: - Llevo sus manos a sus bolsillos y suspiro – Hace unos meses… sucedió algo que creo que ustedes no lo saben, fui a la oficina de Tom. Molly estaba… Iba a entrar a su oficina con un tipo con una chaqueta negra, llevaba guantes y un gorro fedora del mismo color… ellos iban de la mano.  De inmediato mi mente planteo opciones pero simplemente las deseché. ¿Es posible que él sea el sujeto del que hablamos?             

Ana: es él…             

Fred: - Se paro – Espera… eso quiere decir, eso quiere decir que…              

Carlos: Sí… probablemente esos dos fueron más astutos y le dijeron a Tom de su relación mucho antes que alguien más se enterará…             

Fred: ¡Maldita sea!     

Ana: Eso… eso no es posible Tom me lo hubiera…    

Fred: No, Ana… tú y yo sabemos que cuando se trata de Molly, Tom es capaz de cualquier cosa por ella.          

Fred: ¡Maldición! Maldita la hora en que Molly conoció a ese tipo!!  ¡Maldita sea!       

Ana: Debemos hacer algo, debemos apresurar todo… debemos…          

Carlos: Acabar con ese tipo…          

Fred: Necesitare de tu ayuda…      

Carlos: Sabes que la tienes… es más, tengo un mejor plan, que hará que todo se lleve a cabo de una buena vez.   




                                                            . . .




Pensé que no podía estar así. 

Sabía que mi padre llegaría a San Francisco en cuanto se enterará que Michael y yo habíamos huido… no iba a permitir que mi madre lo pusiera en mi contra, No… ahora no, no cuando más lo necesitaba apoyándome. Dios sabe cuántas cosas tendría mi madre en mente, sepa Dios que es lo que Frederick planearía hacer ahora que… que yo, había decidido rebelarme. 

¿Estarían planeando la tercera guerra mundial? ¿Qué sucedería con mi padre ahora que no estaría en casa? … Todo esto mientras me miraba en el espejo del baño, peinando mi cabello, completamente despreocupada de lo que podría ocurrir, en la grata y dulce compañía de lo más maravilloso y espectacular que me pudo haber pasado en mis veintiún años de vida… Diablos, diablos, rayos… una pequeña pulsación llego a mi cabeza y masajeé un poco mi cien.  Me preocupaba demasiado al pensar en mi padre, al pensar en su reacción al saber todo lo que había pasado y las decisiones que había tomado. Salí del cuarto de baño y me coloqué una bata… Le escribiría una carta, eso haría.  

Si mi padre se enteraba de esto mucho antes y de mi misma letra, supongo que su preocupación disminuiría. Si, esperaba que así fuera… suspiré profundo mientras buscaba una pluma, me acomodé en el tocador, frente al gigantesco espejo... me miré, apoyando mi mano sobre mi mejilla… Siempre encontraba a una completa asustada frente al espejo ¿Realmente era yo? Había cambiado, estaba… ¿más blanca?... ¿mi cabello había mejorado?, la verdad es que siempre había visto un color opaco en mí. Pero, ahora ya no… pareciera que la verdadera Molly hubiese salido del cascarón… rayos, que… maravilloso cambio puede causar la felicidad en una persona. 

Sí, eso era… no pude haberlo dicho mejor. Y en ese preciso instante mi maravillosa felicidad comenzó a moverse entre las sabanas, dejando al descubierto sus maravillosas piernas… Santo Dios, apoye mi mejilla en el respaldo de la silla, para poder observarlo mejor. 

¿Esa maravillosa obra de arte realmente estaba aquí? 
¿Enserio era yo dueña de ese maravilloso ángel? 
¿… Era él, el amor de mi vida?  

Me hice todas esas preguntas porque sabía que no me lo merecía… estaba completamente segura que debí haber hecho algo completamente bien para que Dios me recompensara de esta manera.  

Me mordí los labios, mariposas, nervios… 


Michael, Michael, Michael… 

Suspire…   


Él suspiro, sacando el aire por sus labios, sus rizos hermosos sobre la almohada, su piel morena y desnuda a mi vista, su cintura, su cadera, sus piernas completamente tonificadas y suaves… sus labios entre abiertos, sus muslos… simplemente él. 

Solté una pequeña risita, mientras mordía mis labios, contemplándolo ahí… me sentía completamente feliz. Quería tenerlo ahí, para siempre, quería observarlo así, completamente desnudo en la cama… si es que no decidía despertar y quitarme estas increíbles ganas de ser suya.  Diablos, sentía un increíble escalofrió en mi espalda… maravilloso e increíble amor. 

Estaba enamorada hasta la medula… desde los huesos, con todo y músculos, traspasando mis venas. Miré el papel… sabía exactamente lo que le diría a mi padre,  también sabía que él comprendería y me apoyaría hasta el final.



Hola. 

Sé que te sorprenderás mucho al recibir esta carta, pues no suelo escribirte cuando estas de viaje, pero creo que esta situación lo amerita. Son muchas cosas las que han  sucedido desde que te fuiste y te diré que ya nada es igual… detesto tanto esta situación, solo recuerdo tus palabras aquella noche en que te conté todo. Frederick y mi madre se enteraron de todo, fui yo… abrí la boca en una pelea que tuve con Fred… su reacción fue de un completo diablo, casi me da un infarto y no quiero mencionar la reacción de mi madre, pues ahora estoy completamente segura que me detesta más de lo que alguna vez lo hiso. Quisieron separarme de él… Tú sabes que no estaría dispuesta a una cosa así, dependo tanto de él, como dependo de ti… pero Frederick me amenazo, me dijo cosas tan horribles que ni siquiera quiero mencionarte, ni siquiera quiero recordar… decidí irme y estuve a punto de tomar un buque hacía Inglaterra. 

No pude hacerlo… no pude alejarme de él, él es simplemente el amor de mi vida, no puedo ni siquiera describir esta clase de amor que más bien me sabe a una completa y hermosa locura. Él tampoco podía dejarme ir… fue todo tan rápido y atrevido que aquí estoy… quien sabe a cuantos kilómetros lejos de casa. Sí, estoy con él, y así nos quedaremos, juntos, pues no podemos vivir ni respirar estando lejos. La verdad es que estoy muy asustada, no sé que pasara hoy, no sé si estaré bien para mañana pues la situación ha dado un giro de trescientos sesenta y seis grados… tal vez ahora Frederick quiera matarme o peor aún, lastimar a alguien que amo. Y no pienso permitirlo… disculpa que te des cuenta en estas circunstancias, pero no podía comunicarme de otra manera, estaré en comunicación contigo, Frederick y mi madre no tienen idea de que te has enterado, tengo mis motivos para comunicártelo de esta manera, planeo dejar a cargo a Jeremy Lewis de todo mi cargo en la empresa, te enviaré el papeleo en unas semanas, no planeo dejarte, jamás, pues eres tú lo único que me ata a aquella felicidad que deseo con toda mi alma, esa felicidad entre tú y yo, que espero volver a sentir… Espero disfrutes de tu estadía en Francia, quédate tranquilo, pues puedes estar seguro que estoy en muy buenas manos… Espero también estés orgulloso de mí, pues tu pequeña niña dejo de obedecer a sus autoridades y ahora obedece lo que su corazón ordena. 

Michael y yo planeamos hacer lo que sea, para estar lo más lejos posible de San Francisco, no planeamos regresar, estamos listos para afrontar las consecuencias de estar juntos. Sé que comprenderás y no sabes cuánto te agradezco. 

Te avisare si las cosas llegarán a cambiar, Te amo con todo mi corazón y te deseo suerte.      

Kity                  




Bien… ahí estaba, lista para enviarse. 
Observe letra por letra y los ojos se me llenaron de lagrimas… era mi padre una de las personas más importantes en toda mi vida, sin él… me sentiría perdida, sin control. Leer esta carta y mirar atrás, todas las cosas perdidas y  aquellas ganadas en mi vida… más perdidas que ganadas, todas esas pérdidas, podrían haberme traído esta hermosa y maravillosa recompensa que estaba viviendo ahora. Nada es gratis por supuesto. 
Pero… ¿Por qué no manipular un poco al destino? 

El teléfono comenzó a sonar. 
Rayos... 


No quería que el sonido despertara a Michael, no quería contestar… 

¿Y si con esa llamada daban con nosotros? 
¿Y si era alguien, incorrecto? 

Dios mío… Levanté el teléfono y tragué saliva, bien… tenía que hacerlo, debía contestar, suspiré profundo…             




- ¿Hola? – No respondió nadie, imagine que no reconocieron mi voz, seguramente esperaban una hermosa voz masculina con estilo Británico, en vez de la voz de una niña de quince años atrapada en el cuerpo de una mujer de veintiuno.        



– Hola…? Se, se encuentra Michael? – Mujer, era la voz de una mujer, un hermoso timbre de voz parecido al de una maravillosa cantante de Blues. 
Mujer… cielos, sentí un nudo en mi garganta. Estos eran celos… o un ataque de pánico?         



- ¿Quién le habla?          


- Janet… su hermana Janet.  Disculpa ¿Quién eres tú?  
       

Genial, Maravilloso… Maldita sea. 

Soy Molly Burtcherbert y estoy enamorada hasta los huesos de tu hermano ¿Puedes hablar un poco más tarde? Resulta que tu bellísimo hermano, está dormido completamente desnudo en la cama y no quiero despertarlo pues se ve completamente hermoso así, fue un placer hablar contigo, Adiós.    

Bien, enserio quise decir eso… 


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