y te encontre, y me di cuenta que eras tu la unica pieza que me faltaba...

19.8.13

Capitulo 40. Freedom goodbye♥





Julio.   

Comenzaba el mes, con un maravilloso aroma a rocio, proveniente de la ventana. 
El invierno apenas comenzaba y un ambiente fresco llenaba la habitación. 
Agarre la sabana con fuerza, estirando mis musculos, no quería abrir los ojos, estaba tan comoda que podría quedarme todo el día en esa maravillosa cama, el aroma de Michael estaba impreso en toda la cama. Dios mio, un mes más… mi estadia aquí habia sido como estar en un hermoso paraíso, estar con Michael aislada de todo y de todos, era maravilloso. Pero, extrañaba a mi familia… a Blanca, Veronica, Richard, Mi padre… Mi casa, mi habitación, mis rosas. 

Aunque me costara aceptarlo, extrañaba a mi madre, tal vez ella disfrutaba el hecho de que yo no estuviera, pero yo si la extrañaba… ella nunca dejaría de ser mi madre, por muchas cosas malas y egoístas que hiciera, jamás dejaría yo de perder la esperanza de que ella… algún día me amaría y necesitaría de la misma manera en que yo lo hacia. 
Me sente en la orilla de la cama, mirando el teléfono, quería llamar, escuchar a Blanca, sentir la ternura de su voz, reirme con las bromas de Veronica, contarle cada hermoso detalle que habia vivido desde hace cuatro semanas. Talvez era mejor esperar un poco más. 

Estabamos en peligro… Ahora la policía buscaba a Michael, y no iba a arriesgarme a que rastrearan la llamada, conociendo a Frederick. Tenia miedo, miedo de que cumpliera su promesa, esa promesa que me hiso estar apunto de perder a Michael por miedo a que se cumpliera. Me pare y camine hacia el espejo, lleve mis manos a mi rostro cubriéndolo, respirando profundo… 


                                                             . . .     

Narra Michael:    

-  ¿¡Que!?  Dios mio… no puede ser.  ¿Janet te lo dijo? ¿Cómo esta mi madre?... Adam, no pienso volver, no por ahora, Frederick debe estarnos buscando por cielo, mar y tierra, no me arriesgare…  Si, yo sé, yo sé. … No te preocupes, vamos a estar bien, te agradesco por todo, dile a Lizi que me llame, la necesito… salúdame a los chicos…. Avisame por correo ¿Si? desde ahora las llamadas no son seguras.  Adiós. – Lleve mis manos a mi cabeza… tenia que pensar bien lo que haría, no debía exponerla ni al mas minimo riesgo.
 Cerre los ojos un momento…         

 - Cariño… ¿Te sientes bien?      

- Sí, no te preocupes…     

- ¿Sucede algo? – Ella me conocía perfectamente bien… no podía esconderle nada. Me pare y acaricie sus mejillas… 

- Molly… - suspire, santo Dios cuanto miedo tenia – Adam acaba de llamarme…          

- ¿Qué paso?... Dime.

- Mi padre se entero que estamos aquí… se entero quien eres, como ocurrió todo…    

 - ¿Qué? pero… ¿Cómo?      

- No lo se, no tengo la mas minima idea, supongo que mis hermanos ya se lo imaginaban, desde que llegue a San Francismo me despegue de todos, eran mis vacaciones, y desde que te conoci no he vuelto a llamar ni una tan sola vez… solo a mi madre y a Janet. Supongo que eso fue estúpido de mi parte, yo debi decirles, debi…       

- No es tu culpa, ellos tenían que enterarse en algún momento, tu solo…          

- No, Molly… ellos no debían de enterarse de esto, no tenían que hacerlo…        

- Pero, nos amamos, no podemos esconder… - Trato de acariciarme las mejillas pero me aparte.            

– No, si podemos… no pienso dejar que mi padre se te acerque ni quince metros de distancia ¿Has Entendido?        

- Pero no creo que él…         

- Molly, no lo conoces… él es quizás mucho peor que tu madre, suficientes problemas hemos tenido ya, no pienso dejar que te vea.      

– Se que no es el momento indicado pero… ¿No deben enterarse? ¿Cuánto tiempo piensas esconder lo nuestro? ¿Es que acaso…? – Bajo la mirada.        

–Muñeca ¿Cómo puedes siquiera pensarlo? … Dios mio, no… es por tu protección, por supuesto que los conoceras, en su debido momento, pero ahora no. No cuando todo esto esta pasando.             

- ¿Eso es todo lo que te preocupa? -         

- No… - Suspire, Dios mio, tenia que pensar ¿Qué es lo que haría? – Mi padre esta buscándonos… no dudo que en cuestión de días, sepa adonde estamos. Que nos encontrara significaría… mucho más problemas. – Ella suspiro y se sento rápidamente.


                                                             . . .    



Blanca: Sea donde sea que este, esta bien, lo se.          

Vero: La extraño tanto Blanca… mucho más ahora que las cosas se han complicado. Nosotras aquí comodas en su casa… mientras Ana y Frederick están quien sabe donde, planeando quien sabe que! Quisiera advertirla…        

- Yo también… pero no podemos. Supongo que ella ha de estar comunicancise con Tom tambien.        -¿Y te respondió Tom la llamada?      

- Si, él dijo que ella estaba bien, que no le dijo en donde estaba, pero esta bien.        

- ¿Y Tom no pensara volver?         

- Suspiro – Lo dudo mucho hija… Esta casa solo le traerá malos recuerdos, su esposa se fue con ese hombre y su hija… corre peligro. Es mejor que se quede en Francia un tiempo más.          

- ¡Pero esque no puede cruzarse de brazos! ¡Tiene que hacer algo!        

- ¿Y que se supone que hara? Buscar a su hija? ¿Para que? ¿Buscar a su esposa? no lo creo…        

- Pero esque no entiendo… ¿Por qué permitió que Molly se casara con Fred? ¿Qué es lo que esconden Tom y Carlos Ushban?        


                                                              . . .  


 Fred: … ¿Tienes noticias?      

xx: No señor… según la información que averiguamos ella esta en una costa, en America Central, no sabemos exactamente en donde. El Detective Santibanez dijo hace dos días que tenia información importante, pero no se ha comunicado…        

Fred: Golpeó la mesa - ¡Maldita sea! cuando dare con esa estúpida…         

Carlos: deberías de hacerme caso en mi propuesta hijo… ella no aparecerá de otra forma.           

Fred: Lo sé, pero no quiero hacerlo aún, es muy temprano… no debo actuar tan pronto.         

Carlos: ¿Sabes? me harias un favor a mi también… asi nos desasemos de esa familia de una buena vez.            

Fred: No, no aún… No se en donde se encuentra, necesito encontrarla.     

Carlos: ¿Pero porque tanto afán en encontrarla? Sabes que puedes actuar y salirte con la tuya sin ella!        

Fred: No! no papá…          

Carlos: ¿pero porque?      

Fred: ¡Porque estoy anamorado de ella! ¡Porque me encanta esa mujer! y quiero un hijo suyo! Solo entonces, talvez piense en la posibilidad de acabar con ella...       

Ana: ¡¡Frederick!! Tienes que venir!!      

Fred: ¿Qué? ¿Qué pasa Ana?           

Ana: Es el detective… Ya sabe adonde están.     



                                                                  . . . 


  Habiamos preparado el desayuno… fue muy divertido prepararlo juntos como lo hacíamos todos los días, sentia que cada día me anamoraba más de él, y mi felicidad aumentaba… no quería irme de este lugar. 

No era el lugar… era la estadia aquí, junto a él. Nos sentamos a comer, parecía que al estar juntos todos nuestros problemas podían resolverse de la manera más fácil, que el sonido de nuestra risa podía quitarnos nuestros miedos, llenarnos el alma del más puro amor.    

- ¿Entonces que le dijo la Gallina?       

- Molly creo, que me pase de sal.        

- ¿Eso le dijo la gallina?      

- No, pero… los huevos están salados.           

– Jajaja, ¿eso le dijo?          

- No, Molly ¡Los huevos!... jaja.       

– Ups… Creo que, es una nueva receta.      

– Bueno, comeremos asi, jaja…      

- ¿y el chiste?       

- Ah, creo que… lo olvide. – Estallamos de la risa, era increíble ver el rostro de Michael iluminarse de esa manera, él era siemplemente perfecto y cada momento junto a el era un pedacito de oro que caia desde el cielo para mi.         

- ¿Qué hice yo para merecerte Michael?          

- Nada, solo existir. Ya eramos uno para el otro, desde siempre…- Me dedico una hermosa mirada junto con su maravillosa sonrisa, era tan hermoso… Sono el teléfono.  

- ¿Quién será?

- No lo se, ire yo… - se levantó y corrió a la habitación. 

- ¿Hola? …  ¿Qué sucede?. Por Dios ¿!Que!? Pero ¿Cómo? … Dios mio ¿Cómo se supone que haremos? ¿Adonde podemos ir?... Esta Bien, haz lo que sea, dile a Liz que me llame,… No se!! No me presiones… - Escuche a Michael gritando, asustado, desesperado… algo malo habia pasado estaba segura. Me levante de inmediato.         

 - ¿Michael? ¿Todo esta bien…? – Él cerro la puerta de la habitación de golpe, algo no estaba bien.        


Narra Michael:    

Anote lo más rápido que pude, mi corazón estaba acelerado, tenia que pensar bien todo, no desesperarme tanto. – Maldita sea, estúpido Frederick… quiere quitármela Adam, quiere llevársela…       

- Es su esposa.      

– ¡¡No lo es!! si pero… mira Adam, cállate quieres! Kart y Eliot vienen para acá?      

- Sí, salieron hace 30 minutos… tiene que salir de ahí ya!!      

- ¿Liz ya lo sabe? ¿Frank…?     

- No. Les avisare hoy mismo… ¿Adonde iras?          

- No lo se!! Por ahora solo debemos mantenernos a salvo, ya pensare en algo… Es probable que regrese a San Francisco. Nos vemos, muchas gracias.          

- Ten cuidado por favor, tomalo con calma.      

– No puedo tomarlo con calma!!         

- Michael…  - Colgue… Molly estaba tocando la puerta y llamándome, esto definitivamente no podía estar pasando… Abri la puerta.           

- ¡Por Dios Michael! ¿Qué paso? – La abrase, la abrase con mucha fuerza, tenia miedo, mucho miedo… estaba desesperado, ella era el aire que respiraba lo que me mantenía anclado a esta tierra, sin ella estaba condenado a morir.          

– Frederick viene para acá.      

- ¿¡Que!? Dios mio… ¿Cómo se entero?         

- No lo se, no tengo idea, Adam me llamo… él se entero porque el guarda costas le llamo, que una avioneta proveniente de San Francisco California a nombre de Carlos Ushban tiene permiso para aterrizar aquí. – Ella se llevo la mano a sus labios, estaba asombrada, asustada, pude ver todo eso en sus ojos llorosos.          

- ¿¡Qué vamos a hacer!? ¡Él no puede separarme de ti! ¡¡No puede hacerlo!!        

- ¡No lo hara! – Corri y saque las maletas del armario, solo tiraba rápidamente la ropa. Saque una chaqueta negra y un sobrero de fedora extra. – Ten, amarrate el cabello, y ponte el sobrero, no dejes que nadie te reconozca. – Ella comenzó a vestirse y alistar sus cosas. 


                                                             . . . 



- Señora Elizabeth, la buscan.        

- ¿Pero quien podrá ser a esta hora? Son casi las diez de la mañana… ahora voy.        

– Elizabeth, Hola… tanto tiempo.      

– Katherine, Dios mio, cuanto gusto de verte… siéntense ¿Esta es Janet? Pero mirate cariño, como haz crecido.      

– Un placer volver a verte Liz.        

– El placer es todo mio ¿ Y a que debo su visita?       

- Elizabeth, el esposo de la chica, se enteró en donde estaba Michael.          

– Si, lo se… es más acababa de colgar con Adam, el amigo de Michael… Frank salió a esperarlos en el aereopuerto.          

- ¿Eso quiere decir que mi hermano viene para acá?        

- Adam, dijo que regresaría acá a San Francisco, y no se me ocurre otro lugar que aquí en mi casa…        

- Es por eso que vine Elizabeth, estoy preocupada por mi hijo, y además en unos días viajo a Canada, me mudare y viviré con mi hijo Randy… necesito hablar con Michael antes.          

– Pues no te preocupes, mi casa siempre estará para ustedes, y lo saben, son la familia de Mike, y el es como mi hijo…        

- Muchisimas gracias, no sabes cuando te lo agradezco.        

– La policía anda buscando a mi hermano, como se supone que se esconderá aquí? Esta loco, ha perdido la cabeza desde que se enamoro de esa mujer.          

– Molly es una chica muy educada, hermosa y es una muy buena persona… se que te agradará, Janet.         

– Ja, no lo creo…     


                                                                . . . 



- ¿A que hora llegamos?           

- Falta poco señor, son solo cuatro horas de vuelo, en unos veinte minutos aterrizamos…             

- ¿Qué piensas decirle a Molly, Ana?             

- No tengo idea, no quiero ni verla, necesitamos llevárnosla lejos, a un lugar donde el miserable ese no la encuentre nunca. Estoy desesperada, esa niña me ha sacado canas verdes desde pequeña, quiero desacerme de ella lo más pronto posible. 


                                                               . . .           
        


Ya habíamos empacado todo, Kart y Eliot estaban en el corredor de la sala hablando con Michael, no se habían tardado mucho en llegar… Yo estaba en la habitación, frente al espejo... pensaba en mi madre, en porque me habia tocado una madre como ella, la amaba pero era difícil comprender que tu propia madre te odia. Me dolia, era una espina que se me clavaba en el corazón, lloraba… veía el teléfono y me mordía los labios, deseaba con todo mi corazón poder levantarlo y llamar a mi padre, decirle cuando lo amo y lo mucho que lo necesitaba. Limpiaba mis lagrimas pero eran necias y no dejaban de caer.            


- ¿Entonces te llevaremos donde Liz?     

- Sí, si regresare a San Francisco no hay otro lugar en donde pueda ir. Pero Eliot, porfavor, encárgate de buscar un buen lugar retirado donde podamos ir, aunque sea solo a quedarnos un tiempo allá.      

– Sí, lo hare… no te preocupes.          

– Pero Frederick te buscara siempre de todas formas, Michael… no puedes esconderte por siempre.          

– Lo se, creo que habrá un momento en el que tendre que solucionar todo.          

- ¿Cómo se supone que lo haras?           

- … no lo se. - Kart y Eliot intercambiaron miradas.           

– No has pensado en que lo mejor seria de que…. ya sabes.           

– La dejes.          

- ¡No!... Es que, es que ¿ustedes no comprenden? Dejarla no es una posibilidad, eso no pasará… Ella es el amor de mi vida!         

- ¿Entonces que haras?      

- ya vere que hago…         

- Tenemos que irnos ya…       

- Salgan, ahora voy…        

- Te apresuras, encenderé el helicóptero.     

– Esta bien.   

          
Estaba hundida en mis pensamientos, en que seria de él, de mi… no podíamos escondernos por siempre, pero ¿Qué pasaría cuando dieran con nosotros? ¿Qué haría Fred…? No, no quería, no podía pensar en eso… me daba mucho miedo. 

Michael estaba parado en el marco de la puerta, observándome, lo mire… y el me dedico una sonrisa bastante finjida, yo slo bajé la mirada y el se acerco y limpio la lagrima que caia de mi mejilla con su pulgar, acariciando mi rostro… nos dedicamos una tierna mirada… ambos extrañaríamos mucho este lugar y sobretodo, nuestra libertad.  Amarre mi cabello, haciendo un moño y me puse el sombrero de fedora. 

Michael tomó mi mano y caminamos fuera de ese lugar… Bajamos las escaleras, mis zapatos hicieron contacto con la arena de la playa y mire hacia atrás. Michael me jalo de la cintura para poderme dar un tierno beso en la frente… subimos al helicóptero, que nos saco de ahí. 


                                                               . . . 




- ¡¡Con fuerza!! ¡Abre esa puerta ya! – Un hombre derribo la puerta, todos entraron. Ana y Frederick corrieron hacia adentro.           

- ¡¡Salgan de donde estén malditos!! – saco su arma - ¿Tienen miedo? ¿¡Que estas esperando idiota!? ¡¡Sal de donde quiera que estes!! – Los demás recorrieron todo el lugar.         

– Hijo, no están aquí…       

 - No hay nadie en este lugar,Fred. – Fred comenzó a caminar alrededor de la habitación… se sento en una orilla de la cama y respiro profundo.    

- ¿Qué estas haciendo?         

- Toda la habitación huele a ella… su aroma esta hasta en la almohada.  – comenzó a sollozar… llevo sus manos a la cabeza. – Se la llevó, me la quito denuevo… jaja, Maldita sea… ¡¡Maldita sea!! – le disparo al espejo, todos se asustaron… - Ese bastardo me las va a pagar… ¡¡Le dare un disparo en la cabeza por todas las veces que la hizo suya!! – Le disparo al armario.               

– Calmate Hijo, por Dios….      

- ¡¡Callate!! 




4.4.13

Capitulo 39. The edge of dementia♥





Narra Michael:    

Escuché el sonido del teléfono, obligándome a despertar de un solo brinco. Molly hablaba con la otra persona muy despectiva y con miedo, me levante lentamente y me puse detrás de ella tocando su hombro y colgando el teléfono… ella me miro a través del espejo, esa hermosa mirada parecía completamente asustada y confundida, se puso de pie justo frente de mi.  

– Era tu hermana, no sabía que decirle fue todo tan rápido yo… -  Hermosa, así era su manera de preocuparse por absolutamente todo. - … no debí contestar, lo siento. 

La abrase, era obvio que todo esto se nos saliera de las manos en determinado momento, debíamos enfrentar esto juntos… aunque eso significase tal vez perder a la mitad de mi familia.         

– No tienes porque disculparte cariño… esto no es tu culpa. 
      
- Pero Janet, ella…          

- Ella tenía que enterarse de esto, tarde o temprano, supongo que me odiara y cuestionara a mi madre, pero está bien…        

- No, no está bien, no es posible, Michael! ¡Todos se están enterando! ¿Te imaginas la gravedad de eso? ¿Cómo puedes estar tan calmado? ¿Cómo no puede importarte tanto? ¡Nuestras Familias se odian! ¡Me odian a mí! ¡Te odian a ti! Tu padre me odia es capaz de cualquier cosa por alejarte de mí y seguramente ya te cayó Janet encima… Frederick te odia, mi madre te odia, estoy segura de que toda tu familia te dará la espalda igual que la mía, me lastima, me hiere ¿Por qué todos se odian? – Oh no, Comenzó a llorar, rayos eso no… detestaba cuando ella lloraba, quería echarme a llorar también.      

– Nosotros nos amamos… - Asentí, mientras limpiaba pequeñas lagrimas de sus mejillas – nos amamos, y eso me basta y me sobra… por lo menos a mi. Ya deja de preocuparte por nuestras familias, eso es lo que menos importa, sabes perfectamente que el hecho de que se odien y nos odien, no evitaran que te ame así como te amo, eso no evitara que tú me ames. Molly ya basta de eso, ya basta de tu bendita preocupación por eso, porque no es importante… - Bajo la mirada y mordió sus labios… un gesto tan maravilloso y delicado de ella – Lo que importa es que estamos aquí, ahora… Podemos enfrentar esto, sin seguirnos escondiendo, no quiero huir de lo que siento, si amarte es pecado, quiero irme al infierno mi amor, quiero pagar por amarte de esta manera… no quiero que estés triste.              


– No lo estaré más… te lo prometo. – Levanto la mirada y me sonrió, cosa que despertaba en mí la más maravillosa y extraordinaria sensación en el alma… paz. 

Se abalanzo sobre mi abrazándome, colocándose de puntitas para poder aferrarse a mis labios, haciendo desaparecer mis más horribles sueños, convirtiéndolos en rosas, olas y toneladas de mariposas dentro de mí. 




/Encino, California/     


- ¿!Porque rayos yo no sabía nada!? Ja! mi hermano es un rompe hogares y yo salgo valiendo, mi opinión no cuenta.         

– Sabes perfectamente que tu hermano es muy reservado, yo me entere hace unas cuantas semanas…       

- ¿Y porque no me lo dijiste? ¿Por qué me entero hasta ahora?... ¿Quién más sabe?          

- Por ahora Tú, yo, Elizabeth, Frank y unos cuantos amigos de Michael.        

– Genial, espera a que Joseph y mis hermanos se enteren, será la bomba de Hiroshima.       

– No se enterarás, no por ahora…     

- ¿Y qué? planeas mantenerlo en secreto, que esto se lleve a cabo así por así… ¿Qué rayos te sucede madre? Esa chica es una ramera ¡Se metió con mi hermano! ¡Ambos son famosos! ¿¡¡Que se supone que dirán de nosotros!!? y peor aún ¿!!Que hace mi hermano con ella en una Isla desierta del Océano Pacifico!!?           

- ¡Janet Basta! Cálmate niña… tu hermano es lo suficientemente grande para poder decidir qué hacer con su vida, te aconsejo que no te metas… trate de razonar con él de esta situación pero es imposible… Michael está enamorado hasta la medula y no podemos hacer absolutamente nada… Lo único que puedes hacer es calmar tus celos y guardar el secreto.                           – Joseph entro a la habitación.        


-  ¿Secreto? … ¿De qué hablan?       

 - ¡Papá! No… de nada, son cosas de mujeres.      

– Ajá, te creeré… Katherine ¿Me darías el numero de Jermanie? Necesito hablar con él, ah por cierto… también el de Michael, ese niño lleva ya varios meses sin aparecer, se olvido completamente de su familia y sobre todo de su carrera, me urge hablar con él…           

 - Él, no está… salió, de vacaciones.          

- ¿Vacaciones?         

- Si, Padre… se supone que vendrá, no sé… en un mes más.       

- ¿Un mes más? No, necesito hablar con él ahora mismo, dame el numero…      

- Ah, yo… lo olvide, digo… lo tengo en mi agenda y la olvide, Padre.         

– Joseph ya deja de preocuparte, Michael está bien, él necesita…        

- ¡Necesito comunicarme con él, ya!      

 - No lo hará Joseph, él no quiere hablar contigo…           

 - Esta bien, yo iré a él… mañana tomare un vuelo a San Francisco en busca de mi hijo, vacaciones… ¿Qué clase de porquería tiene en la cabeza este niño? – Salió de la habitación, Janet y Katherine se miraron, completamente asustadas.



                                                              . . . 



Junio.   


El cielo podía tornarse oscuro las veces que quisiera, el sol se escondía formando un maravilloso atardecer, dejándole su espacio a la hermosa luna. Y era ahí cuando me daba cuenta que nunca antes había vivido tan plenamente feliz como lo hacía ahora… Ella era mi sol, mi luna, mis estrellas, la galaxia entera… ella era la que me daba el aliento de cada mañana, me daba aquel maravilloso suspiro a mitad de la noche, mientras tenía su cabello negro como almohada. 

No podía comprender como había vivido sin ella, quien había sido yo antes de conocerla… pues me sentía completo, no me hacía falta absolutamente nada. Era el hombre más feliz de este universo, incluso más que eso. El tiempo parecía volar, a veces parecía detenerse... parecía ni siquiera existir cuando ella estaba cerca, cuando su aliento estaba a dos centímetros de mi boca y me inclinaba hacía ella, para poder besarla y llenar mi alma de su luz y su paz. 

Junio llego lleno de alegría, pues Molly y yo no permitiríamos que nada nos estorbara, habíamos creado un mundo solo para nosotros, no nos faltaba nada, no extrañábamos absolutamente nada… pues lo teníamos todo. Nos teníamos uno al otro, y eso bastaba y sobraba. A veces solía despertarme, incluso mucho antes de que ella despertara, apoyaba mi mentón sobre mi mano, observándola… 

¿Cómo es posible que alguien llene tanto tu corazón? 
¿Cómo es posible amar de esta manera? No lo comprendía… Solíamos jugar antes de que llegara el atardecer, una hermosa guerra de cosquillas se daba a cabo en la arena o en la suavidad de la cama, me lanzaba sobre su pequeño cuerpo dejando pequeños besitos en su cuello, abdomen, mejillas y brazos, mientras ella llenaba la habitación de el maravilloso sonido de su risa. 

A veces me dormía, sobre sus piernas mientras veíamos una película, acariciaba mi cabello con sus manos tan finitas y femeninas, me daba besos en las mejillas, me decía cosas lindas… mientras yo ya me encontraba en el decimo cielo, donde todos los ángeles tenían su aroma y el sonido de su voz. 

Molly le había enviado una carta a su padre, hace ya varias semanas… donde decía que no planeábamos volver, y que estábamos bien, claro, demasiado bien, diría yo. 
La Respuesta de su padre llego los últimos días del mes, en una fría noche, después de que el sol se metiera. Yo sostuve el sobre en mi mano, mientras ella me miraba desde la terraza, con esa mirada tan cautivante y maravillosa… curiosa, sencillamente encantadora.  

La observe, observe su cabello negro, largo, sus piernas, la maravillosa silueta de su cuerpo dentro de esa hermosa bata de ceda… sus hermosos pies sobre la madera del piso. Baje la mirada, mordiéndome los labios… tenía miedo. 

Miedo a que en esta carta se encontrara una prohibición, una maldita negación, capaz de arrebatarme toda la vida de un solo tirón. Levante la mirada y camine hacía ella… mire el mar, estaba calmado y el agua parecía estar tibia, suspire profundo y me senté en una silla que se encontraba, justo frente a ella… 

- Llegó esto para ti… es, de tu padre. – me miro con asombro, mientras apartaba un mechón de su cabello detrás de su oreja, abrió la carta y comenzó a leer. 


Observe su lectura, su mirada parecía recorrer todas esas letras, sin poder creerlo… una pequeña y hermosa sonrisa salió de sus labios, que me contagio al instante, pero de pronto… su risa fue desvaneciéndose poco a poco, y su expresión se volvió confundida y asustada, recorrió unas cinco líneas más, para luego dirigir su mirada a mí, encendiendo una alarma… algo había sucedido, y mi corazón amenazo con salirse.       


- ¿Qué sucede? – me pare de inmediato, mientras tomaba sus manos – Amor… ¿Qué fue lo que paso? – ella no me contestaba, Dios mío mi corazón se acelero - Molly, contéstame… ¿Cariño?        

- Es mi madre, ella… ella… - Dirigió su mirada al piso, despectiva y confundida – Ella se escapó con Frederick.         

- ¿¡Qué!?        

- … Le robo a mi padre una fuerte cantidad de dinero y se fueron… ambos dejaron la casa y se largaron quien sabe dónde. – Dejó caer la carta y llevo sus manos a su cabeza… Hizo una señal de desesperación, y se tiro de rodillas al piso, llorando… me arrodille junto a ella, se me partió el corazón.       

– Dios mío… Molly – la abrase, ella lloraba, desesperada, sin nada que poder hacer – No puedo creer hasta que punto llega Frederick, de poner a tu propia madre en tu contra, es… un maldito bastardo.            

– Me lástima que nos haiga engañado… me engaño a mí, a mi padre ¡A todos! … siempre supe que ella solo quería el dinero de mi padre, pero nunca lo acepte, siempre supe que ella no me amaba, pero nunca lo acepte, es mi madre… ¡Una madre nunca hace eso! … una madre nunca abandonaría a su hija así. – Estaba temblando, limpio sus lagrimas con mi camiseta, oírla llorar era el peor castigo, el mayor dolor que podía sentir en esta vida… lloré, su dolor era mi dolor, sus lagrimas también eran las mías. 


Dejé que se desahogara en mis brazos, dejé que llorara lo que fuese necesario para su corazón… Tomé la carta que estaba en el piso, trate de visualizar en ella, algo importante… 

“… Tu alegría es la mía, pequeña” 

“Tu madre nos engaño, se fue con Frederick, llevándose todo… dejando mi corazón completamente herido. “ 

“… ah sucedido algo peor…” 

“ Frederick demando a Michael por secuestro… “  

Un minuto… ¿!!Qué había hecho, que!!? Mi corazón quiso estallar. Santo Dios, santo Dios, santo Dios… una orden de secuestro era, totalmente grave. Ahora no solo me buscaban sus hombres, sino también la policía… una orden de secuestro significaba que si daban conmigo, significaría unos treinta años en prisión, y una orden de alejamiento hacia mi hermosa y adorada víctima. 

No… no, no, no y no, mierda. 

Preferiría la pena de muerte antes de que me alejaran de ella. Ahora lo comprendía todo, Frederick y su madre habían planeado todo desde el principio, quizás ya le habían avisado a Tom que nos habíamos escapado y decidieron tomar la situación en sus manos… siendo ese un gran problema. Si Molly y yo volvíamos no solo nos obligarían a separarnos, sino que ella correría un gran peligro, pues su madre estaba dispuesta a todo por quedarse con el dinero de Tom… y ahora esa certeza, era la que estaba asfixiando a mi pequeña Molly, su madre era capaz de absolutamente todo por salirse con la suya, y eso me quedaba demasiado claro… pero Molly la amaba, estaba completamente seguro que en su inocencia podría volver a confiar en ella… y eso me asustaba, pues era aliada de Frederick. Molly, Jamás, nunca debía de volver con su madre.  

Su padre fue muy sabio al irse a Francia, pues sabía que si nos descubrían, Molly sería completamente capaz de tomar decisiones por si sola… él sabía que yo la protegería de todo y de todos, y estaba completamente agradecido porque el comprendiera mi amor por ella. Pero, esta situación, había empeorado irremediablemente.        


– Amor, muñeca… necesito que me escuches – me levante del suelo, tomándola de la cintura y llevándola hacia la silla, arrodillándome frente a ella, sin soltar sus pequeñas manos – Frederick quiere hundirme, quiere acabar conmigo… quiere separare de ti pero no lo va a lograr…        

- Pero, la policía… tu estas…            

- Yo estoy perfectamente bien cariño, necesito que me mires a los ojos y me prometas que… - suspiré… - pase lo que pase, nunca, escúchame bien, nunca más vuelvas a confiar en personas que tu creas que no te aman…      

- Pero, mi madre…        

- Tu madre, tal vez está confundida… no sé qué es lo que pasara por su mente, pero por ahora estoy seguro que no es nada bueno. – Cerro los ojos, dejando caer muchas lagrimas… - Sé que te lastima, lo sé… mi padre no me quiere, comprendo tu posición, pero entiende… - Tome sus mejillas con mis manos y limpié sus lagrimas – quiero protegerte, daría mi vida por ti y lo sabes… tú no estás segura, estando cerca de Frederick y tu madre… por eso no vamos a volver, no te preocupes por mi o por esa absurda demanda, porque eso no es importante, yo puedo manejarlo… quiero que estés bien, que seas feliz, pues tu felicidad también es la mía.          

– Michael… - suspiro, calmándose un poco, aliviando mi corazón – abrázame, dame de tu calor… 


Comenzó a llover, transmitiendo un clima muy tibia o calmado. La abrase lo más fuerte que pude, llenando mis pulmones con su delicioso aroma. Apoyo su mejilla en mi hombro, yo coloque mis manos en su cintura y la levante, llevándola hacia la chimenea… parecía tan pequeña en mis brazos, terriblemente hermosa y frágil…  la acosté sobre la alfombra, acostándome a su lado y cubriéndola con una frazada, se acomodo en mi pecho y suspiro profundo, parecía que solo con mi presencia ella lograba calmarse y conciliar el sueño… me sentía inmensamente bendecido, con este amor que parecía intensificarse más, cada minuto cada segundo…   

- ¿Tienes idea de cuánto te amo, Molly?         

- Sí, pues yo te amo de la misma manera, quizás más… ¿Sabes? que seas mi secuestrador es una buena idea, me gusta ser tu víctima, me encanta estar atrapada en esta locura contigo, Michael. No sé qué haría sin ti, te necesito a cada segundo de mi vida, mi amor…          

- Yo te amo muchísimo más, sin principio ni fin… mi amor por ti sobrepasa todo aquello conocido por el hombre, te amo con cada vena, con cada latido, con cada mirada, cada beso… con cada lagrima.              

- ¿Cómo podíamos vivir antes, sin habernos conocido?        

- Supongo que mucha gente vive sin conocer esta clase de amor, pero ¿sabes? lo buscan… lo ansían, lo anhelan, porque saben que sin amor no somos nada, en nuestro caso pues… el destino nos unió en el momento en que más nos necesitábamos. Yo estaba destinado a amarte con toda mi piel y mi alma… tú estabas destinada a amarme, a ser así de hermosa cuando te ríes, cuando callas, cuando lloras… cuando te entregas a mí, haciéndome sentir como una inmensa águila. Te amo, Molly Elizabeth Burtcherberth…    



No pude decir más, pues ella se balanceo para poder besarme. Me sentia la persona más feliz de este planeta. No comprendo como el amor es capaz de hacerle esto a las personas… es un sentimiento abrazador y sublime. Dormir con ella era algo maravilloso, sentir su respiración cerca de mi, sentir su corazón atraves del silencio de la noche me hacia queres entrar en su cuerpo, ser parte de ella… hundirme en su piel. Muchas veces mientras ella dormía, una lagrima caia de mis ojos, pues siemplemente no podía creer que su precensia me bastara para respirar… 

¿Qué hacer cuando te enamoras tanto de una persona, que tu vida sale sobrando por la de ella? 

¿Qué ducede cuando dependes tanto de alguien y no deseas respirar otro aire que no contenga su aroma? 

¿Qué pasa cuando te haces adicto a otra piel, y eres incapaz de  probarla, noche tras noche? 

Eso, es estar simplemente al borde de la demencia…



5.3.13

Capitulo 38. Brown skin♥





Cuando era una niña solía soñar… quedarme toda la tarde encerrada en mi habitación, observando mis ositos de felpa, abrazándolos, cerrando los ojos… poniéndome maravillosos y pequeños vestidos de hadas, saltando y disfrutando dentro de todos esos sueños. Leía muchos libros, de aquellas historias de los príncipes azules, de malvadas y egocéntricas brujas malas.    

Fantasías y sueños… busco en lo más profundo de mi memoria y me encuentro con tantos malos y buenos recuerdos, que a veces simplemente dejo de pensar. 
Caigo en la maravillosa realidad. 

Me doy cuenta de lo difícil y hermosa que ha sido mi existencia, me veo ahí, de pequeña preguntándome si alguna vez mi vida sería como un cuento de hadas, con un maravilloso final con que soñar… la verdad es que nunca lo había sido.

Los cuentos de hadas no existen. 

En la vida real lo que uno realmente desea es imposible, hay que luchar para conseguirlo, hay que dejar el alma y el cuerpo plasmados en el suelo por ese sueño. Soñando con que la vida sea aún mejor en un tiempo… aunque la vida tiene su maravilla. 
El amor, es lo más maravilloso que ofrece la vida, pues el amor es lo que da vida en sí. Amar a Michael me mantenía con vida, hacia que mi corazón vibrara y quisiera explotar debido al sentimiento, despertaba por el simple hecho de querer volver a ver sus hermosos ojos llenos de ternura y belleza. 

Caigo en mi maravilloso y turbulento presente… me veo aquí, completamente mojada, empapada de sudor, sin la necesidad de soñar… porque simplemente ya estaba soñando, ya me encontraba volando en los más profundo del universo, anclada en el lugar más hermoso y profundo del océano, y era este nivel de droga y alucinación que me había hecho pensar en mi pasado… porque cuando Michael estaba conmigo todo era un cuento de hadas, podía simplemente soñar despierta.  

Este amor era una locura, que iba a matarnos… Lo amaba, lo amaba con tanta intensidad y entrega que estaba segura que ya no existía… me había derretido en su piel. 
Nos amábamos como dos niños, sin ningún miedo ni reproche, nos entregábamos en cuerpo y alma, sin importar si moríamos o no. 

Dios mío, no sabía dónde estaba, no sabía dónde me encontraba, cerraba los ojos y me aferraba a su piel mordiéndome los labios para no soltar un grito desesperado de pasión.  Entregarme a él, disolver mi alma en el brillo de su piel, estar ahí… unida a su cuerpo, eso era sencillamente lo mejor y más maravilloso que me podía pasar en toda mi existencia.  

Mierda… que enamorada estaba. 

Su amor dolía y quemaba. Su cuerpo temblaba… lo mire y me di cuenta que él ya no podía más. Michael se había perdido en mi piel, estaba ahí, completamente mareado, sin poder respirar, con sus rizos en su rostro, cerrando los ojos con fuerza aferrándose a mi piel para no perderse en el universo… Irresistiblemente guapo.

Toque sus labios y los bese, sin poder resistir a su fuerza de atracción, él parecía desesperarse cuando lo tocaba, cuando lo besaba… parecía perderse y quererse hundir en mi piel cuantas veces fuera posible… Santo Dios. Y ahora comprendía porque muchos filósofos, describían al amor como una locura irremediable, un sentimiento más allá de todo lo conocido por el hombre. 

Sí, tal vez muchos calificarían estos pensamientos como estúpidamente cursis o un simple texto romántico... Pero lo cierto es que cuando te enamoras, cuando mueres y vuelves a vivir por una persona, descubres el verdadero significado de todas esas cosas.  Ya no podía… Michael sencillamente ya no podía, él había estado amándome desde hace horas… yo había estado entregándome a él toda la mañana, disfrutando de los rayos del sol reflejados en su piel.

Él abrió los ojos, mirando hacia la ventana, tomando una bocanada de aire para poder tranquilizarse… el aire de la mañana inundo la habitación y pude sentir un hermoso escalofrió en toda mi espalda, lo mire… y una risa de cascabel salió de mis labios, haciendo que él volteara a verme, con una sonrisa hermosa, cansada y completamente enamorada.    Se acerco a mí y beso mi nariz, mientras cerraba los ojos debido al amor volando a través de ese tierno besito… se arre costo junto a mí, mirándome… quería decirle tantas cosas, pero no podía, basto con una pequeña caricia en su pecho desnudo.


 – Tu corazón… está demasiado agitado. – Dije, Tomo mi mano y la beso, cerrando los ojos para luego apoyar su hermosa mejilla izquierda en la almohada soltando un maravilloso suspiro. – Duérmete, mi amor… - acaricie sus rizos y bese su frente.                               

Me levante, me sentía como una pluma… el cuerpo me temblaba, me sentía demasiado liviana, podría haber caído suevamente en una nube en ese momento.        


                                                             . . .     




Ana: ¿¡Cómo que no saben!? Maldición, solo había una Molly Burtcherbeth en todo el barco ¡No cientos!     

- Lo sé, pero realmente lo siento, hemos llamado a todos los encargados de aquel viaje y curiosamente ¡ninguno sabe hacia dónde se fueron!      

Fred: ¡Es que es imposible! ¿¡Qué clase de incompetentes son ustedes!? Mi mujer lleva más de una noche sin rastro y lo único que me dicen es que no saben ¡POR DIOS!      

- Podemos llamar a la Policía, por eso no hay ningún problema…     

Fred: ¡NO! eso no… no voy a ser objeto de burla, ni quiero que la gente se dé cuenta de lo sucedido, ya para eso les di lo que querían ¿no es así?       

Ana: ¡No sé porque nos complicamos en buscar a estos ineptos, tienes mejores contactos tú!     

Fred: Sí… tienes razón. ¡¡Largo que aquí!! no quiero verles la cara más… - Se fueron -  
¿Has hablado con Tom?           

Ana: ¡No!  No quiero que se entere… es capaz se regresa de inmediato y me culpa a mi por todo, ni siquiera se dio cuenta de lo que su hija había hecho.          

Fred: - Se llevo ambas manos a la cabeza - … es mejor mantenerlo en secreto por ahora.           

Blanca: Disculpen, pero… tenemos visita, es… el señor Ushban.        

Ana: Dile que… que pase.  
– Ambos se pararon inmediatamente, y recibieron al padre de Frederick -            

Carlos:  Vine en cuanto recibí tu mensaje hijo, puedes explicarme ¿Qué rayos pasa?      

Fred: Necesito de tu ayuda, deseo hablar contigo a solas…      

Ana: Deseo quedarme…      

Fred: Esta bien… - Miro a Blanca y ella se retiro -        

Carlos: ¿Qué sucede?        

Ana: Molly se ha ido… con su amante.       

Carlos: ¿Dónde está Tom? ¿Se ha enterado?          

Fred: No… por ahora.     

Carlos: - Llevo sus manos a sus bolsillos y suspiro – Hace unos meses… sucedió algo que creo que ustedes no lo saben, fui a la oficina de Tom. Molly estaba… Iba a entrar a su oficina con un tipo con una chaqueta negra, llevaba guantes y un gorro fedora del mismo color… ellos iban de la mano.  De inmediato mi mente planteo opciones pero simplemente las deseché. ¿Es posible que él sea el sujeto del que hablamos?             

Ana: es él…             

Fred: - Se paro – Espera… eso quiere decir, eso quiere decir que…              

Carlos: Sí… probablemente esos dos fueron más astutos y le dijeron a Tom de su relación mucho antes que alguien más se enterará…             

Fred: ¡Maldita sea!     

Ana: Eso… eso no es posible Tom me lo hubiera…    

Fred: No, Ana… tú y yo sabemos que cuando se trata de Molly, Tom es capaz de cualquier cosa por ella.          

Fred: ¡Maldición! Maldita la hora en que Molly conoció a ese tipo!!  ¡Maldita sea!       

Ana: Debemos hacer algo, debemos apresurar todo… debemos…          

Carlos: Acabar con ese tipo…          

Fred: Necesitare de tu ayuda…      

Carlos: Sabes que la tienes… es más, tengo un mejor plan, que hará que todo se lleve a cabo de una buena vez.   




                                                            . . .




Pensé que no podía estar así. 

Sabía que mi padre llegaría a San Francisco en cuanto se enterará que Michael y yo habíamos huido… no iba a permitir que mi madre lo pusiera en mi contra, No… ahora no, no cuando más lo necesitaba apoyándome. Dios sabe cuántas cosas tendría mi madre en mente, sepa Dios que es lo que Frederick planearía hacer ahora que… que yo, había decidido rebelarme. 

¿Estarían planeando la tercera guerra mundial? ¿Qué sucedería con mi padre ahora que no estaría en casa? … Todo esto mientras me miraba en el espejo del baño, peinando mi cabello, completamente despreocupada de lo que podría ocurrir, en la grata y dulce compañía de lo más maravilloso y espectacular que me pudo haber pasado en mis veintiún años de vida… Diablos, diablos, rayos… una pequeña pulsación llego a mi cabeza y masajeé un poco mi cien.  Me preocupaba demasiado al pensar en mi padre, al pensar en su reacción al saber todo lo que había pasado y las decisiones que había tomado. Salí del cuarto de baño y me coloqué una bata… Le escribiría una carta, eso haría.  

Si mi padre se enteraba de esto mucho antes y de mi misma letra, supongo que su preocupación disminuiría. Si, esperaba que así fuera… suspiré profundo mientras buscaba una pluma, me acomodé en el tocador, frente al gigantesco espejo... me miré, apoyando mi mano sobre mi mejilla… Siempre encontraba a una completa asustada frente al espejo ¿Realmente era yo? Había cambiado, estaba… ¿más blanca?... ¿mi cabello había mejorado?, la verdad es que siempre había visto un color opaco en mí. Pero, ahora ya no… pareciera que la verdadera Molly hubiese salido del cascarón… rayos, que… maravilloso cambio puede causar la felicidad en una persona. 

Sí, eso era… no pude haberlo dicho mejor. Y en ese preciso instante mi maravillosa felicidad comenzó a moverse entre las sabanas, dejando al descubierto sus maravillosas piernas… Santo Dios, apoye mi mejilla en el respaldo de la silla, para poder observarlo mejor. 

¿Esa maravillosa obra de arte realmente estaba aquí? 
¿Enserio era yo dueña de ese maravilloso ángel? 
¿… Era él, el amor de mi vida?  

Me hice todas esas preguntas porque sabía que no me lo merecía… estaba completamente segura que debí haber hecho algo completamente bien para que Dios me recompensara de esta manera.  

Me mordí los labios, mariposas, nervios… 


Michael, Michael, Michael… 

Suspire…   


Él suspiro, sacando el aire por sus labios, sus rizos hermosos sobre la almohada, su piel morena y desnuda a mi vista, su cintura, su cadera, sus piernas completamente tonificadas y suaves… sus labios entre abiertos, sus muslos… simplemente él. 

Solté una pequeña risita, mientras mordía mis labios, contemplándolo ahí… me sentía completamente feliz. Quería tenerlo ahí, para siempre, quería observarlo así, completamente desnudo en la cama… si es que no decidía despertar y quitarme estas increíbles ganas de ser suya.  Diablos, sentía un increíble escalofrió en mi espalda… maravilloso e increíble amor. 

Estaba enamorada hasta la medula… desde los huesos, con todo y músculos, traspasando mis venas. Miré el papel… sabía exactamente lo que le diría a mi padre,  también sabía que él comprendería y me apoyaría hasta el final.



Hola. 

Sé que te sorprenderás mucho al recibir esta carta, pues no suelo escribirte cuando estas de viaje, pero creo que esta situación lo amerita. Son muchas cosas las que han  sucedido desde que te fuiste y te diré que ya nada es igual… detesto tanto esta situación, solo recuerdo tus palabras aquella noche en que te conté todo. Frederick y mi madre se enteraron de todo, fui yo… abrí la boca en una pelea que tuve con Fred… su reacción fue de un completo diablo, casi me da un infarto y no quiero mencionar la reacción de mi madre, pues ahora estoy completamente segura que me detesta más de lo que alguna vez lo hiso. Quisieron separarme de él… Tú sabes que no estaría dispuesta a una cosa así, dependo tanto de él, como dependo de ti… pero Frederick me amenazo, me dijo cosas tan horribles que ni siquiera quiero mencionarte, ni siquiera quiero recordar… decidí irme y estuve a punto de tomar un buque hacía Inglaterra. 

No pude hacerlo… no pude alejarme de él, él es simplemente el amor de mi vida, no puedo ni siquiera describir esta clase de amor que más bien me sabe a una completa y hermosa locura. Él tampoco podía dejarme ir… fue todo tan rápido y atrevido que aquí estoy… quien sabe a cuantos kilómetros lejos de casa. Sí, estoy con él, y así nos quedaremos, juntos, pues no podemos vivir ni respirar estando lejos. La verdad es que estoy muy asustada, no sé que pasara hoy, no sé si estaré bien para mañana pues la situación ha dado un giro de trescientos sesenta y seis grados… tal vez ahora Frederick quiera matarme o peor aún, lastimar a alguien que amo. Y no pienso permitirlo… disculpa que te des cuenta en estas circunstancias, pero no podía comunicarme de otra manera, estaré en comunicación contigo, Frederick y mi madre no tienen idea de que te has enterado, tengo mis motivos para comunicártelo de esta manera, planeo dejar a cargo a Jeremy Lewis de todo mi cargo en la empresa, te enviaré el papeleo en unas semanas, no planeo dejarte, jamás, pues eres tú lo único que me ata a aquella felicidad que deseo con toda mi alma, esa felicidad entre tú y yo, que espero volver a sentir… Espero disfrutes de tu estadía en Francia, quédate tranquilo, pues puedes estar seguro que estoy en muy buenas manos… Espero también estés orgulloso de mí, pues tu pequeña niña dejo de obedecer a sus autoridades y ahora obedece lo que su corazón ordena. 

Michael y yo planeamos hacer lo que sea, para estar lo más lejos posible de San Francisco, no planeamos regresar, estamos listos para afrontar las consecuencias de estar juntos. Sé que comprenderás y no sabes cuánto te agradezco. 

Te avisare si las cosas llegarán a cambiar, Te amo con todo mi corazón y te deseo suerte.      

Kity                  




Bien… ahí estaba, lista para enviarse. 
Observe letra por letra y los ojos se me llenaron de lagrimas… era mi padre una de las personas más importantes en toda mi vida, sin él… me sentiría perdida, sin control. Leer esta carta y mirar atrás, todas las cosas perdidas y  aquellas ganadas en mi vida… más perdidas que ganadas, todas esas pérdidas, podrían haberme traído esta hermosa y maravillosa recompensa que estaba viviendo ahora. Nada es gratis por supuesto. 
Pero… ¿Por qué no manipular un poco al destino? 

El teléfono comenzó a sonar. 
Rayos... 


No quería que el sonido despertara a Michael, no quería contestar… 

¿Y si con esa llamada daban con nosotros? 
¿Y si era alguien, incorrecto? 

Dios mío… Levanté el teléfono y tragué saliva, bien… tenía que hacerlo, debía contestar, suspiré profundo…             




- ¿Hola? – No respondió nadie, imagine que no reconocieron mi voz, seguramente esperaban una hermosa voz masculina con estilo Británico, en vez de la voz de una niña de quince años atrapada en el cuerpo de una mujer de veintiuno.        



– Hola…? Se, se encuentra Michael? – Mujer, era la voz de una mujer, un hermoso timbre de voz parecido al de una maravillosa cantante de Blues. 
Mujer… cielos, sentí un nudo en mi garganta. Estos eran celos… o un ataque de pánico?         



- ¿Quién le habla?          


- Janet… su hermana Janet.  Disculpa ¿Quién eres tú?  
       

Genial, Maravilloso… Maldita sea. 

Soy Molly Burtcherbert y estoy enamorada hasta los huesos de tu hermano ¿Puedes hablar un poco más tarde? Resulta que tu bellísimo hermano, está dormido completamente desnudo en la cama y no quiero despertarlo pues se ve completamente hermoso así, fue un placer hablar contigo, Adiós.    

Bien, enserio quise decir eso…