y te encontre, y me di cuenta que eras tu la unica pieza que me faltaba...

19.8.13

Capitulo 40. Freedom goodbye♥





Julio.   

Comenzaba el mes, con un maravilloso aroma a rocio, proveniente de la ventana. 
El invierno apenas comenzaba y un ambiente fresco llenaba la habitación. 
Agarre la sabana con fuerza, estirando mis musculos, no quería abrir los ojos, estaba tan comoda que podría quedarme todo el día en esa maravillosa cama, el aroma de Michael estaba impreso en toda la cama. Dios mio, un mes más… mi estadia aquí habia sido como estar en un hermoso paraíso, estar con Michael aislada de todo y de todos, era maravilloso. Pero, extrañaba a mi familia… a Blanca, Veronica, Richard, Mi padre… Mi casa, mi habitación, mis rosas. 

Aunque me costara aceptarlo, extrañaba a mi madre, tal vez ella disfrutaba el hecho de que yo no estuviera, pero yo si la extrañaba… ella nunca dejaría de ser mi madre, por muchas cosas malas y egoístas que hiciera, jamás dejaría yo de perder la esperanza de que ella… algún día me amaría y necesitaría de la misma manera en que yo lo hacia. 
Me sente en la orilla de la cama, mirando el teléfono, quería llamar, escuchar a Blanca, sentir la ternura de su voz, reirme con las bromas de Veronica, contarle cada hermoso detalle que habia vivido desde hace cuatro semanas. Talvez era mejor esperar un poco más. 

Estabamos en peligro… Ahora la policía buscaba a Michael, y no iba a arriesgarme a que rastrearan la llamada, conociendo a Frederick. Tenia miedo, miedo de que cumpliera su promesa, esa promesa que me hiso estar apunto de perder a Michael por miedo a que se cumpliera. Me pare y camine hacia el espejo, lleve mis manos a mi rostro cubriéndolo, respirando profundo… 


                                                             . . .     

Narra Michael:    

-  ¿¡Que!?  Dios mio… no puede ser.  ¿Janet te lo dijo? ¿Cómo esta mi madre?... Adam, no pienso volver, no por ahora, Frederick debe estarnos buscando por cielo, mar y tierra, no me arriesgare…  Si, yo sé, yo sé. … No te preocupes, vamos a estar bien, te agradesco por todo, dile a Lizi que me llame, la necesito… salúdame a los chicos…. Avisame por correo ¿Si? desde ahora las llamadas no son seguras.  Adiós. – Lleve mis manos a mi cabeza… tenia que pensar bien lo que haría, no debía exponerla ni al mas minimo riesgo.
 Cerre los ojos un momento…         

 - Cariño… ¿Te sientes bien?      

- Sí, no te preocupes…     

- ¿Sucede algo? – Ella me conocía perfectamente bien… no podía esconderle nada. Me pare y acaricie sus mejillas… 

- Molly… - suspire, santo Dios cuanto miedo tenia – Adam acaba de llamarme…          

- ¿Qué paso?... Dime.

- Mi padre se entero que estamos aquí… se entero quien eres, como ocurrió todo…    

 - ¿Qué? pero… ¿Cómo?      

- No lo se, no tengo la mas minima idea, supongo que mis hermanos ya se lo imaginaban, desde que llegue a San Francismo me despegue de todos, eran mis vacaciones, y desde que te conoci no he vuelto a llamar ni una tan sola vez… solo a mi madre y a Janet. Supongo que eso fue estúpido de mi parte, yo debi decirles, debi…       

- No es tu culpa, ellos tenían que enterarse en algún momento, tu solo…          

- No, Molly… ellos no debían de enterarse de esto, no tenían que hacerlo…        

- Pero, nos amamos, no podemos esconder… - Trato de acariciarme las mejillas pero me aparte.            

– No, si podemos… no pienso dejar que mi padre se te acerque ni quince metros de distancia ¿Has Entendido?        

- Pero no creo que él…         

- Molly, no lo conoces… él es quizás mucho peor que tu madre, suficientes problemas hemos tenido ya, no pienso dejar que te vea.      

– Se que no es el momento indicado pero… ¿No deben enterarse? ¿Cuánto tiempo piensas esconder lo nuestro? ¿Es que acaso…? – Bajo la mirada.        

–Muñeca ¿Cómo puedes siquiera pensarlo? … Dios mio, no… es por tu protección, por supuesto que los conoceras, en su debido momento, pero ahora no. No cuando todo esto esta pasando.             

- ¿Eso es todo lo que te preocupa? -         

- No… - Suspire, Dios mio, tenia que pensar ¿Qué es lo que haría? – Mi padre esta buscándonos… no dudo que en cuestión de días, sepa adonde estamos. Que nos encontrara significaría… mucho más problemas. – Ella suspiro y se sento rápidamente.


                                                             . . .    



Blanca: Sea donde sea que este, esta bien, lo se.          

Vero: La extraño tanto Blanca… mucho más ahora que las cosas se han complicado. Nosotras aquí comodas en su casa… mientras Ana y Frederick están quien sabe donde, planeando quien sabe que! Quisiera advertirla…        

- Yo también… pero no podemos. Supongo que ella ha de estar comunicancise con Tom tambien.        -¿Y te respondió Tom la llamada?      

- Si, él dijo que ella estaba bien, que no le dijo en donde estaba, pero esta bien.        

- ¿Y Tom no pensara volver?         

- Suspiro – Lo dudo mucho hija… Esta casa solo le traerá malos recuerdos, su esposa se fue con ese hombre y su hija… corre peligro. Es mejor que se quede en Francia un tiempo más.          

- ¡Pero esque no puede cruzarse de brazos! ¡Tiene que hacer algo!        

- ¿Y que se supone que hara? Buscar a su hija? ¿Para que? ¿Buscar a su esposa? no lo creo…        

- Pero esque no entiendo… ¿Por qué permitió que Molly se casara con Fred? ¿Qué es lo que esconden Tom y Carlos Ushban?        


                                                              . . .  


 Fred: … ¿Tienes noticias?      

xx: No señor… según la información que averiguamos ella esta en una costa, en America Central, no sabemos exactamente en donde. El Detective Santibanez dijo hace dos días que tenia información importante, pero no se ha comunicado…        

Fred: Golpeó la mesa - ¡Maldita sea! cuando dare con esa estúpida…         

Carlos: deberías de hacerme caso en mi propuesta hijo… ella no aparecerá de otra forma.           

Fred: Lo sé, pero no quiero hacerlo aún, es muy temprano… no debo actuar tan pronto.         

Carlos: ¿Sabes? me harias un favor a mi también… asi nos desasemos de esa familia de una buena vez.            

Fred: No, no aún… No se en donde se encuentra, necesito encontrarla.     

Carlos: ¿Pero porque tanto afán en encontrarla? Sabes que puedes actuar y salirte con la tuya sin ella!        

Fred: No! no papá…          

Carlos: ¿pero porque?      

Fred: ¡Porque estoy anamorado de ella! ¡Porque me encanta esa mujer! y quiero un hijo suyo! Solo entonces, talvez piense en la posibilidad de acabar con ella...       

Ana: ¡¡Frederick!! Tienes que venir!!      

Fred: ¿Qué? ¿Qué pasa Ana?           

Ana: Es el detective… Ya sabe adonde están.     



                                                                  . . . 


  Habiamos preparado el desayuno… fue muy divertido prepararlo juntos como lo hacíamos todos los días, sentia que cada día me anamoraba más de él, y mi felicidad aumentaba… no quería irme de este lugar. 

No era el lugar… era la estadia aquí, junto a él. Nos sentamos a comer, parecía que al estar juntos todos nuestros problemas podían resolverse de la manera más fácil, que el sonido de nuestra risa podía quitarnos nuestros miedos, llenarnos el alma del más puro amor.    

- ¿Entonces que le dijo la Gallina?       

- Molly creo, que me pase de sal.        

- ¿Eso le dijo la gallina?      

- No, pero… los huevos están salados.           

– Jajaja, ¿eso le dijo?          

- No, Molly ¡Los huevos!... jaja.       

– Ups… Creo que, es una nueva receta.      

– Bueno, comeremos asi, jaja…      

- ¿y el chiste?       

- Ah, creo que… lo olvide. – Estallamos de la risa, era increíble ver el rostro de Michael iluminarse de esa manera, él era siemplemente perfecto y cada momento junto a el era un pedacito de oro que caia desde el cielo para mi.         

- ¿Qué hice yo para merecerte Michael?          

- Nada, solo existir. Ya eramos uno para el otro, desde siempre…- Me dedico una hermosa mirada junto con su maravillosa sonrisa, era tan hermoso… Sono el teléfono.  

- ¿Quién será?

- No lo se, ire yo… - se levantó y corrió a la habitación. 

- ¿Hola? …  ¿Qué sucede?. Por Dios ¿!Que!? Pero ¿Cómo? … Dios mio ¿Cómo se supone que haremos? ¿Adonde podemos ir?... Esta Bien, haz lo que sea, dile a Liz que me llame,… No se!! No me presiones… - Escuche a Michael gritando, asustado, desesperado… algo malo habia pasado estaba segura. Me levante de inmediato.         

 - ¿Michael? ¿Todo esta bien…? – Él cerro la puerta de la habitación de golpe, algo no estaba bien.        


Narra Michael:    

Anote lo más rápido que pude, mi corazón estaba acelerado, tenia que pensar bien todo, no desesperarme tanto. – Maldita sea, estúpido Frederick… quiere quitármela Adam, quiere llevársela…       

- Es su esposa.      

– ¡¡No lo es!! si pero… mira Adam, cállate quieres! Kart y Eliot vienen para acá?      

- Sí, salieron hace 30 minutos… tiene que salir de ahí ya!!      

- ¿Liz ya lo sabe? ¿Frank…?     

- No. Les avisare hoy mismo… ¿Adonde iras?          

- No lo se!! Por ahora solo debemos mantenernos a salvo, ya pensare en algo… Es probable que regrese a San Francisco. Nos vemos, muchas gracias.          

- Ten cuidado por favor, tomalo con calma.      

– No puedo tomarlo con calma!!         

- Michael…  - Colgue… Molly estaba tocando la puerta y llamándome, esto definitivamente no podía estar pasando… Abri la puerta.           

- ¡Por Dios Michael! ¿Qué paso? – La abrase, la abrase con mucha fuerza, tenia miedo, mucho miedo… estaba desesperado, ella era el aire que respiraba lo que me mantenía anclado a esta tierra, sin ella estaba condenado a morir.          

– Frederick viene para acá.      

- ¿¡Que!? Dios mio… ¿Cómo se entero?         

- No lo se, no tengo idea, Adam me llamo… él se entero porque el guarda costas le llamo, que una avioneta proveniente de San Francisco California a nombre de Carlos Ushban tiene permiso para aterrizar aquí. – Ella se llevo la mano a sus labios, estaba asombrada, asustada, pude ver todo eso en sus ojos llorosos.          

- ¿¡Qué vamos a hacer!? ¡Él no puede separarme de ti! ¡¡No puede hacerlo!!        

- ¡No lo hara! – Corri y saque las maletas del armario, solo tiraba rápidamente la ropa. Saque una chaqueta negra y un sobrero de fedora extra. – Ten, amarrate el cabello, y ponte el sobrero, no dejes que nadie te reconozca. – Ella comenzó a vestirse y alistar sus cosas. 


                                                             . . . 



- Señora Elizabeth, la buscan.        

- ¿Pero quien podrá ser a esta hora? Son casi las diez de la mañana… ahora voy.        

– Elizabeth, Hola… tanto tiempo.      

– Katherine, Dios mio, cuanto gusto de verte… siéntense ¿Esta es Janet? Pero mirate cariño, como haz crecido.      

– Un placer volver a verte Liz.        

– El placer es todo mio ¿ Y a que debo su visita?       

- Elizabeth, el esposo de la chica, se enteró en donde estaba Michael.          

– Si, lo se… es más acababa de colgar con Adam, el amigo de Michael… Frank salió a esperarlos en el aereopuerto.          

- ¿Eso quiere decir que mi hermano viene para acá?        

- Adam, dijo que regresaría acá a San Francisco, y no se me ocurre otro lugar que aquí en mi casa…        

- Es por eso que vine Elizabeth, estoy preocupada por mi hijo, y además en unos días viajo a Canada, me mudare y viviré con mi hijo Randy… necesito hablar con Michael antes.          

– Pues no te preocupes, mi casa siempre estará para ustedes, y lo saben, son la familia de Mike, y el es como mi hijo…        

- Muchisimas gracias, no sabes cuando te lo agradezco.        

– La policía anda buscando a mi hermano, como se supone que se esconderá aquí? Esta loco, ha perdido la cabeza desde que se enamoro de esa mujer.          

– Molly es una chica muy educada, hermosa y es una muy buena persona… se que te agradará, Janet.         

– Ja, no lo creo…     


                                                                . . . 



- ¿A que hora llegamos?           

- Falta poco señor, son solo cuatro horas de vuelo, en unos veinte minutos aterrizamos…             

- ¿Qué piensas decirle a Molly, Ana?             

- No tengo idea, no quiero ni verla, necesitamos llevárnosla lejos, a un lugar donde el miserable ese no la encuentre nunca. Estoy desesperada, esa niña me ha sacado canas verdes desde pequeña, quiero desacerme de ella lo más pronto posible. 


                                                               . . .           
        


Ya habíamos empacado todo, Kart y Eliot estaban en el corredor de la sala hablando con Michael, no se habían tardado mucho en llegar… Yo estaba en la habitación, frente al espejo... pensaba en mi madre, en porque me habia tocado una madre como ella, la amaba pero era difícil comprender que tu propia madre te odia. Me dolia, era una espina que se me clavaba en el corazón, lloraba… veía el teléfono y me mordía los labios, deseaba con todo mi corazón poder levantarlo y llamar a mi padre, decirle cuando lo amo y lo mucho que lo necesitaba. Limpiaba mis lagrimas pero eran necias y no dejaban de caer.            


- ¿Entonces te llevaremos donde Liz?     

- Sí, si regresare a San Francisco no hay otro lugar en donde pueda ir. Pero Eliot, porfavor, encárgate de buscar un buen lugar retirado donde podamos ir, aunque sea solo a quedarnos un tiempo allá.      

– Sí, lo hare… no te preocupes.          

– Pero Frederick te buscara siempre de todas formas, Michael… no puedes esconderte por siempre.          

– Lo se, creo que habrá un momento en el que tendre que solucionar todo.          

- ¿Cómo se supone que lo haras?           

- … no lo se. - Kart y Eliot intercambiaron miradas.           

– No has pensado en que lo mejor seria de que…. ya sabes.           

– La dejes.          

- ¡No!... Es que, es que ¿ustedes no comprenden? Dejarla no es una posibilidad, eso no pasará… Ella es el amor de mi vida!         

- ¿Entonces que haras?      

- ya vere que hago…         

- Tenemos que irnos ya…       

- Salgan, ahora voy…        

- Te apresuras, encenderé el helicóptero.     

– Esta bien.   

          
Estaba hundida en mis pensamientos, en que seria de él, de mi… no podíamos escondernos por siempre, pero ¿Qué pasaría cuando dieran con nosotros? ¿Qué haría Fred…? No, no quería, no podía pensar en eso… me daba mucho miedo. 

Michael estaba parado en el marco de la puerta, observándome, lo mire… y el me dedico una sonrisa bastante finjida, yo slo bajé la mirada y el se acerco y limpio la lagrima que caia de mi mejilla con su pulgar, acariciando mi rostro… nos dedicamos una tierna mirada… ambos extrañaríamos mucho este lugar y sobretodo, nuestra libertad.  Amarre mi cabello, haciendo un moño y me puse el sombrero de fedora. 

Michael tomó mi mano y caminamos fuera de ese lugar… Bajamos las escaleras, mis zapatos hicieron contacto con la arena de la playa y mire hacia atrás. Michael me jalo de la cintura para poderme dar un tierno beso en la frente… subimos al helicóptero, que nos saco de ahí. 


                                                               . . . 




- ¡¡Con fuerza!! ¡Abre esa puerta ya! – Un hombre derribo la puerta, todos entraron. Ana y Frederick corrieron hacia adentro.           

- ¡¡Salgan de donde estén malditos!! – saco su arma - ¿Tienen miedo? ¿¡Que estas esperando idiota!? ¡¡Sal de donde quiera que estes!! – Los demás recorrieron todo el lugar.         

– Hijo, no están aquí…       

 - No hay nadie en este lugar,Fred. – Fred comenzó a caminar alrededor de la habitación… se sento en una orilla de la cama y respiro profundo.    

- ¿Qué estas haciendo?         

- Toda la habitación huele a ella… su aroma esta hasta en la almohada.  – comenzó a sollozar… llevo sus manos a la cabeza. – Se la llevó, me la quito denuevo… jaja, Maldita sea… ¡¡Maldita sea!! – le disparo al espejo, todos se asustaron… - Ese bastardo me las va a pagar… ¡¡Le dare un disparo en la cabeza por todas las veces que la hizo suya!! – Le disparo al armario.               

– Calmate Hijo, por Dios….      

- ¡¡Callate!! 




1 comentario:

  1. hermoso simplemente lindo emily eres grandiosa pequeña

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